lunes, 17 de octubre de 2011

Búscame...

viernes, 18 de febrero de 2011

Siempre fuí tuya de alguna manera...


Te miro cabizbaja compañera

temo a tu sombra, a veces, adorada

renuncio a abrazarte toda mi vida.


Me miras a los ojos y me llamas

te abandoné hace tiempo

te desenterré por momentos

mi amor por ti es casi odio

Me gusta mecerme en tus brazos,

llenarme de ti

agarrarme a tu silencio a tu calma...


Eres peligrosamente tentadora

pero me turbas, me inquietas

produces pensamientos en mí

y dudas jamás respondidas.


Tu silencio me acompaña.

Cuando necesito de ti, siempre estás

cuando deseo que te vayas...lloras, pataleas, me matas, pero no te vas¡¡¡


Querida soledad

llenate de mi esta noche,

me inundare con tu oscuridad

dame tu silencio, tu tranquilidad, tu paz.


Guiame por esos mundos que me das

transportame a mis mas dulces deseos

naveguemos juntas hacia la ternura

acuname en tus brazos esta noche.


Mi amante insatisfecha...

raptame, seduceme, hazme soñar en esta noche fría

dame tu calidez, dame tu imparcialidad, tu silencio.


Te daré mi rabia, mi tristeza, mis sueños, mis sonrisas...

Dormiré junto a ti esta noche gris y fría,

hasta que la luz del día, se pose sobre mis ojos cerrados

y el canto de las aves al amanecer

me hagan sentir que te has ido de nuevo,

aunque ambas sepamos que...nunca lo harás.




sábado, 1 de enero de 2011

Y llegó el día...



James – One Of The Three



Giré el pomo de la puerta de la cafetería, empecé a caminar hacia la barra y...allí estaba él.
Sentado en una mesa pequeña, solo, de espaldas a mí, su suave cabello rozaba sus hombros, su negro y liso cabello largo...

Pedí un café al camarero, pague ambas cuentas y le pedí que entregara “esto” ( un colgante con un hada de plata), al chico que estaba de espaldas con pelo negro, me miró con cara extraña, pero lo hizo. Se acercó a la mesa le entregó lo que le había dado diciéndole algo, solo pude ver como movía los labios, entonces él, giró su cuerpo para mirarle, este, le dejó el amuleto en la mano, fueron unos segundos pero pude ver su perfil, su nariz torcida, sus gafas, sus finos labios. No había duda, era él.

Cogió el hada entre sus manos, la miró y vi como se dibujaba una sonrisa en su cara, se giró en la silla, la cafetería estaba prácticamente vacía, no fue difícil que nuestras miradas coincidieran casi al instante.

Sonreímos mientras andábamos el uno hacia el otro, el camarero volvió a lo suyo con cara de no enterarse de nada.
Mientras avanzaba hacia él, pude ver su rostro al completo, sus ojos a pesar del tiempo transcurrido desde la última vez, seguían manteniendo esa chispa que te hacía sentir viva.
Sus labios, seguían rodeados de esa perilla tan característica que siempre llevaba, no le crecía pelo nada mas que en esa zona, así que, no resultaba difícil mantenerla a raya.

Nos abrazamos, en ese momento, desapareció todo. Cerré los ojos y volví a llenarme con su olor mientras volvíamos a abrazarnos.

Hacia más de quince años que no nos veíamos, siempre habíamos pensado que cuando pasara el tiempo, mucho tiempo, volveríamos a estar juntos, aquella época no era la nuestra aunque ambos sabíamos que estábamos destinados a estar juntos, no era el momento...
La clave de nuestro interés sería la entrega de dos piezas de plata, yo le entregaría la mía cuando estuviese preparada para volver a encontrarnos y el, me correspondería de igual manera si también lo estaba.
Abrió su mano dejándome ver el colgante, acto seguido sus dedos tocaron los míos, cogiendo el anillo que llevaba en el dedo, lo miró volvió a sonreír, (un anillo de plata que hizo y diseñó el mismo y que al final, decidió que debía quedármelo yo)abrió mi mano y lo puso en mi palma.

Esa era la señal.

No dijimos nada, salimos de la cafetería y como no podía ser de otra manera...empezó a llover.
Abrazados mientras subíamos la calle, la lluvia empapaba nuestras ropas, no sabia donde íbamos, me daba igual, solo estaba allí, andando, abrazados y mojados entre las calles desérticas.
Paramos delante de una preciosa puerta de madera envejecida, sacó una sola llave del bolsillo de su pantalón, la introdujo en la cerradura, la giró y...entramos.
No dijimos una sola palabra.
Ambos frente a frente, con la ropa mojada, mirándonos a los ojos ...dejamos de sonreír.
Nada tenia valor excepto nosotros.
Nos acercamos lentamente y nos fundimos en un beso tierno, fue como un beso de reconocimiento, tratando de recordar su tacto en mis labios, su respiración en mi mejilla...
Mientras nos mirábamos, empecé a desabrocharle uno a uno los botones de su camisa, haciendo que esta cayera al suelo, su torso desnudo y mojado volvía a estar frente a mi cuerpo, desabroché los botones de su pantalón y lancé el cinturón sobre el suelo, él, se inclinó para librarse de sus zapatos y cuando lo hubo hecho, subió sus manos por mis piernas, parando en mi redondo trasero, apretándolo con sus finas y blancas manos, subió por mi cintura hasta legar a la nuca, bajó la cremallera de mi vestido haciendo que este cayera al suelo, abrió su boca y relamió sus labios, me besó el cuello como solo el, sabia hacerlo, mis piernas temblaron y mis brazos apretaron su delgado y blanco cuerpo hacia el mio, sus labios bajaron por mi pecho mientras sus manos se ocupaban de desprender el sostén que guardaba mis pechos.
Los agarró con firmeza, los miró, los besó los apretó mientras mordía los pezones, gemí de placer mientras el les susurraba..¡¡¡.como os he echado de menos!!!
Allí estábamos los dos, después de mas de quince años, casi desnudos, sin mascaras, sin miedos, sin tabúes, sin prejuicios, solos...

Acercamos nuestros cuerpos y allí mismo, de pie, toqué su pelo con mis dedos, observé algunas canas cubriendo su negra cabellera, alguna que otra arruga más en su rostro, su cuerpo aún seguía pareciéndome el mismo, delgado, fibroso, con esa piel blanca que desprendía esa química capaz de transformarme en un animal. Con la yema de mis dedos fui trazando el perfil de su cara, rozando su nariz, su frente, sus labios, su cuello...

Empecé a besarle, esta vez fue un beso apasionado, sintiendo su lengua cálida jugando con la mía, me encantaba morder su labio inferior y luego chuparlo para refrescarlo... nuestros cuerpos estaban tan cerca que podía notar su corazón latir, diría que podía oír su sangre fluyendo por sus venas. Nuestra respiración era cada vez mas acelerada, las manos recorrían nuestro cuerpo pausadamente, sintiendo cada rincón, cada poro, cada lunar, cada peca, era como si estuviésemos rehaciendo un mapa de un cuerpo que hacia siglos perdimos.

Le cogí de la mano y le dije:
-Dejame disfrutar de ti, como hace años hacia.

Sin decir una palabra, me guió hasta la habitación, se tumbó boca arriba en la cama, con los brazos abiertos, en posición de entrega total y absoluta a mis deseos.
Me senté encima de él, la vista era magnifica...

El, miraba mi pecho comprobando que aún era imposible abarcarlo con sus manos...Cerré los ojos y me lancé hacia su boca , al principio fueron besos suaves, bajé por su cuello, al hacerlo, volví a oler su piel, eso hizo que perdiera el control, me excitaba enormemente su olor, empecé a mordisquear su cuello mientras lo lamia con mi lengua haciendo que sus gemidos fueran mas profundos, haciendo a su vez, que sus caderas se levantaran hasta rozar su sexo contra el mio.

Mis manos agarraron con fuerza sus muñecas, ambas abiertas a cada lado de la cama, volvimos a besarnos, mi boca bajaba por su cuello, bajaba por su hombro, la parte anterior al codo, hasta llegar a sus dedos, volviendo a subir hasta su hombro, lamiendo todo su pecho, para pararme en sus pezones, erguidos y duros... los mordisqueé suavemente para luego volverlos a lamer, oía sus gemidos, oía como susurraba mi nombre una y otra vez, haciendo que mi sexo se humedeciera aún más, sentía mi corazón latiendo, mis gemidos, los suyos, la sensación de excitación que sentía al disfrutar de cada rincón de su cuerpo....era yo, si, era yo, la que gozaba.

Bajé por su estomago, lamiendo sus caderas, parándome en su ombligo para bordearlo con mi lengua una y otra vez mientras mis manos pellizcaban sus pezones aún duros.
Dí la vuelta sobre su cuerpo, dejando que viera en primer plano, mi redondo trasero, con los cachetes a la vista y al tacto, su mano abierta agarrando mi cintura, bajando hasta mi trasero, arañando mis cachetes para luego abrir la mano y dar unas suaves palmadas en el, la fina y escasa tela de mi tanga, evitaba que pudiese ver mi sexo, pero sus hábiles manos llegaron hasta él, acariciándolo en círculos, yo movía mi trasero hacia delante y hacia detrás así él, podía ver y sentir como danzaba y se abría sobre él, a la vez que lo frotaba contra su sexo.

Lamí los dedos de sus pies uno a uno, chupándolos de arriba a bajo para luego subir por sus tobillos, y pararme en sus rodillas. Lamí cada centímetro de su cuerpo y volví a colocarme sentada encima, mirándolo de nuevo, tenia los ojos abiertos, su boca abierta, estaba totalmente extasiado.

Pero yo quería mas, necesitaba saborear todo su cuerpo, vestirle con mi boca y bañarlo con mi lengua. Lamí su cintura, bajando por la cara externa del muslo y subiendo por la cara interna del mismo, hasta llegar a su ingle.

Mis labios aún más sedientos, se posaron sobre su calzoncillo, sentí su excitación al máximo, agaché mi cabeza y me puse a lamer su miembro a través de su calzoncillo, a morderlo suavemente, mi lengua sentía toda su excitación, yo estaba tan excitada que no podía parar de
lamer de abajo arriba y de arriba abajo... mientras, sus manos se enredaban en mi pelo, su cintura bajaba y subía haciendo que mi boca presionara aún mas su entrepierna al mismo tiempo que mis manos acariciaban sus testículos, mis mejillas notaron la humedad que poco a poco se convirtió en un chorro de calor, que unido a sus gemidos y sus movimientos parecidos a espasmos, a su temblor de piernas.... fueron los sonidos y las sensaciones más excitantes que había oído y sentido.
Fue en ese momento cuando tuve el orgasmo mas húmedo de toda mi vida.

Me quedé allí un rato mas, junto a su cuerpo, respirando y esperando a que nuestra respiración se calmara, entonces subí hasta sus labios para volver a besarnos, cuando lo hice, él, solo dijo:
-Amor....llevo toda la vida esperándote.
Me besó dulcemente, cerré los ojos, volví a llenarme de su olor, apoyé mi cabeza sobre su pecho, su corazón seguía latiendo fuertemente mientras acariciaba mi espalda.

En ese momento....desplegué mis alas y...pude volver a volar junto a él.

sábado, 17 de julio de 2010

Inmensa.




Y mientras inundas mi horizonte nada temo
cuando iluminas mi camino, no tropiezo
eres inmensa y yo....tan pequeña.

Caras que escondes como en un juego
te haces pequeña ante mis ojos
y grande en mis sueños.
creces, y yo sucumbo ante ti.

Perfección imperfecta
que llenas mi espíritu
y me regalas fuerza.

Te regalo mi sonrisa
mientras voy cerrando los ojos
y tu....me llenas de luz en esta oscura noche.

jueves, 8 de julio de 2010

Per Voi

Sabes a silencio y a sueños,
con melodías de ternura
y tacto de deseo.

Sabes a mi mundo,
a todo lo que anhelo,
sabes a amor, a mi amor ...




Nuestra pasión no muere, pero cambia de color
llueve y encima sientes el olor de esta, mi piel,
que es blanca y no quiere color, no quiere color....
Mi piel es papel blanco para tu relato, escribe tu el final,
no quiero estar en la cima de nuestra vida y mirar como termina....