lunes, 25 de febrero de 2008

La felicidad...

En la quietud de esta noche tranquila, mis pensamientos se remontan al pasado, en el cual, un sueño se apoderaba de mi.
El sueño de toda mujer, de todo ser humano en general... "Quiero ser feliz"
Estas tres palabras tan simples, tan sencillas de repetir, son un mundo según cada persona, son un deseo constante en la vida y una meta a conseguir por todo aquel o aquella que espera a veces, con ansia, a veces con calma que dichas palabras sean un hecho.
Pero...que es la felicidad? una vez leí, que la felicidad completa no existe, solo existen momentos en la vida en los cuales nos sentimos llenos de ella.
Realmente, lo que creo que todos esperamos, son muchos momentos de felicidad.
Se es feliz con pocas cosas, pero esas cosas han de ser deseadas, valoradas y porque no...buscadas.
El momento o momentos en que la felicidad nos inunda, no estarían completos si no pudiesen ser compartidos, estar acompañada en esos grandes o pequeños “ratos”, en que la felicidad nos mira a la cara tímidamente.
En el pasado, la felicidad era para mí...muchas cosas, demasiadas tal vez.
Hoy mi felicidad se encuentra básicamente en pequeñas cosas, tan pequeñas que apenas son perceptibles.
Antes, el levantarme cada día, con el despiadado tono del despertador, que hacía sobresaltar mi corazón cada mañana, se convierte ahora, en un deseo que espero cada día, abrir los ojos, desperezarme dentro de mi cama, bajo mis sabanas templadas...oír el canto de los pájaros que inundan mi habitación los días cálidos o el sonido de la lluvia los días grises, con ese olor tan especial a humedad.
Dedico unos minutos a llenarme de todas las sensaciones, todas las que mis sentidos pueden transmitirme, pienso, que un nuevo día se presenta y que he de terminarlo lo mejor que pueda y…me siento feliz, feliz porque puedo ver un nuevo día, disfrutarlo o capearlo, pero estoy ahí, con los míos, con la gente que quiero, un día mas para vivir, uno de los pequeños momentos que me hacen feliz y ese regalo empieza, nada mas abrir los ojos…
Cada actividad diaria, cada gesto, cada palabra, van labrando un futuro, dependiendo de mi actitud, de mi estado de animo, de mi salud, de mi paciencia o impaciencia, de mi presura o de mi calma, ese resultado será uno u otro, pero tarde o temprano…siempre se obtiene.
Creo que si al terminar el día, hiciese un balance de los momentos felices vividos, quizás sumaria mas momentos de felicidad que de infelicidad, algunas noches, solo sumaria segundos, otras veces minutos, aun espero poder sumarlos todos y que se conviertan en una hora y que cada día pueda ser superado por anterior tiempo sumado.
Me gustan las pequeñas cosas que me ofrece la vida, aunque algunos días solo reciba tirones de orejas, bofetadas y en ocasiones pruebas muy duras o
difíciles de superar, pero en el fondo sé, que depende de la solución u opción que elija, depende de cómo afronte el hecho, de la actitud ante dichas vicisitudes, siempre he de agradecer haber afrontado bien o mal, dicho momento, porque si lo pienso bien… dichas experiencias, positivas o negativas, serán parte de mi, de mi formación como persona, de mi actitud ante la vida, ante las personas que en ella habitan. Cada decisión, buena o mala, es mía y solo yo, puedo tomarla, solo yo, puedo vivirla o padecerla, solo yo, puedo valorarla o desecharla, en mi mano estará poder convertir en un futuro mis decisiones, mis dudas, mis miedos o mis certezas… en “un momento feliz”.