jueves, 22 de mayo de 2008

Rarezas

Ojos que cubren de ternura mi espacio,
Vigilándome a cada paso.

Chocando contra adversidades se abren camino
Hasta llegar a mi lado.

Sus pupilas fijas y dilatadas
Observan con cariño mi cara,

Un gran laberinto en el que estoy atrapada.
Subiendo escaleras, escalando muros

Intento llegar a lo más profundo.
Un pequeño rayo de luz emana, cuando descubro algo nuevo en su mirada.
Sus ojos me hablan, su expresión no engaña.

Mirándome fijamente…
Haciéndome despegar de un suelo inerte
Más allá del mundo…más allá de la gente.

1 comentario:

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

En la búsqueda constante, vencimos la desazón por el propio ejercicio vital que nos transforma. Venimos de la sed de Las Palabras para hastiarnos de cuánto provoque nuestros sentidos.

Así y todo la luz es difusa y necesita que le pongamos la llama viva y titilante de nuestro interior.


Fue un placer recorrer tu Cuaderno.
te invito a que conozcas el mío, Perlas de Lluvia:

http://pedroluisibanezlerida.blogspot.com/

Un saludo afectuoso de paz, poesía y libertad.

Pedro Luis Ibáñez Lérida